De vinos y chocolates.

Habitualmente cuando se trata de maridar chocolate y vino, las opciones pasan por los vinos dulces, espiritousos, como una regla mayormente aceptada. Me parece una buena opción, pero voy a permitirme proponer una alternativa menos usual y a mi parecer, por demás de interesante. Y pasa por combinar un delicado chocolate con vino tinto, que también se puede convertir en una variante al postre. En general no soy amigo de los postres después de la cena , ya que es una forma de borrar el recuerdo de los sabores de los platos que le precedieron. Y para una serena y equilibrada continuación de sabores, propongo seguir saboreando el último vino de la cena, ya en sobremesa y dando lugar a la charla relajada, en un cómodo sillón, con una música que acompañe el momento, la iluminación más tenue. Y en este marco tan particular de sensaciones agradables, nada mejor que degustar chocolates y que el vino tinto que nos viene acompañando desde la cena se deslice por la boca corriendo la sedosa untuosidad del chocolate y extraiga sabores nuevos. Por otra parte, la presencia de chocolate, como en general toda materia grasa, satura las papilas gustativas, haciendo al vino en esta instancia más amigable, más blando.
En cuanto al vino, no es necesario que sea un cepaje en particular, en general todos se adaptan muy a este maridaje. Podría nombrar, sólo a modo de sugerencia, un Uxmal (Malbec-Bonarda) o algún Malbec o Pinot Noir de Lagarde.
Y con los chocolates, en los últimos años han aparecido muchísimas novedades y fundamentalmente en el terreno de lo que se llama chocolate gourmet, con una amplia variedad que incluye chocolates con distintas proporciones de cacao, calidades controladas y para mi opinión lo más interesante, los blends , entre los que podemos encontrar, chocolate con pimienta , pimentón, jengibre, frutos exóticos y muchísimas variedades más. Realmente son combinaciones muy logradas y con materia prima de primera calidad. Hoy los podemos encontrar sin dificultad en Buenos Aires, en las chocolaterías tradicionales y también hay varios lugares nuevos en la zona de Palermo.
Y como siempre digo: es bueno hablar del vino y no por el vino...